Intervención divina
(La traducción esta mas abajo!)
Galathriel irrumpió la paz del templo al mover las puertas. Estas, gastadas por el tiempo, provocaron un terrible chillido. Cuando me tocó entrar, miré con asombro lo vacío que se encontraba. Era una simple habitación, oscura y fría. Una espesa niebla no dejaba ver el suelo ni los pies. Las columnas tenían las formas de dioses de menor magnitud con las manos en alto, sosteniendo el techo. Galathriel iluminó el templo conjurando una pequeña esfera de luz. El templo era largo y ancho aunque daba la sensación de que era mucho mas largo que ancho. Imaginé que si se observaba desde arriba, sería un inmenso rectángulo en las montañas.
Esforcé la vista y al final de la habitación había unos escalones. Galathriel lo notó e intentó iluminar mas levantando la esfera de luz. No tuvo sentido, de la nada se encendieron antorchas y el templo quedó totalmente iluminado. Las puertas se cerraron y una voz femenina retumbó por el lugar.
-No sois bienvenidos.-
Nadie respondió. Todos observamos que después de esos escalones había un suelo firme donde una mujer un poco anciana meditaba. Vestía una túnica muy grande para su tamaño, estaba gastada y vieja. Su pelo también era gris y le llegaba a los hombros. Tenía sus ojos cerrados y su rostro era inexpresivo.
-Nadie es bienvenido a este templo.- dijo la casi enfadada voz.
Entonces Galathriel comenzó a llorar silenciosamente. Levantó los brazos hacia la mujer, abriéndolos, y si Elentari no la hubiese tomado de uno de ellos, seguramente hubiese ido abrazarla.
-Tía… Sinna.- susurró.
Entonces la mujer abrió los ojos. Eran de color gris claro. Tenía la mirada cansada y seca. Sus labios formaron una línea recta y los frunció. La niebla le levantó y obtuvo la forma humana.
-Corran.- dijo con voz apagada para luego desaparecer.
-¿Qué queréis mortales?- susurró la voz femenina.
Galathriel nos miró asustada.
-No es Sinna….- gritó.
Entonces corrió hasta la puerta e intentó abrirla. Nadie se movió, y por mi parte yo no lograba entender nada de lo que pasaba.
De la niebla surgieron caballeros de armadura negra. Su armadura no brillaba con la luz de las antorchas, estaban apagadas. Dos filas de guerreros enfrentadas. Ellos sostenían enormes lanzas y las sostenían con sus manos mientras que se ayudaban con el suelo. No quedó niebla finalmente. El suelo estaba decorado con azulejos rotos y quebradizos. Mentalmente conté a los caballeros. Eran una veintena, diez de cada fila. Se giraron y nos miraban, bueno, su posición nos apuntaba.
Empezaron a trotar y gritaron al unísono.
-Por la Reina de los Dioses.-
Ignorando el motivo, cargué una flecha y disparé. Esta rebotó al chocar con las armaduras.
-Ni un rasguño… los odio.- susurré.
Entonces Pame se puso delante de nuestro grupo. Con unos extraños movimientos de su mano y su báculo, petrificó a los dos primeros caballeros, los que guiaban al resto. Provocó que las lanzas se quebraran. Los otros caballeros desenfundaron espadas de acero y rompieron su obstáculo para llegar a Pame. Esta se cubrió con las manos, en un intento de protegerse.
-¡No!- grité espantados.
Pensé que había llegado su final. Pero cuando todos los caballeros la rodearon y le intentaron clavar sus espadas, estas se frenaron en el aire. Miré sorprendido y vi que Tir había conjurado una especie de escudo a nuestro alrededor. Pame sonrió y empujó a los caballeros con un gran círculo de agua. Algunos quedaron inconscientes en el suelo, otros chocaron se elevaron del suelo y chocaron con las estatuas.
-Eso fue fácil.- dijo Elentari.- Creí que no salíamos con vida.-
Entonces la mujer se puso de pie dejando caer a su costado sus brazos cortitos, tan solo le llegaban hasta la cintura incluyendo la mano. Aún mirando el suelo, se colocó en una extraña posición ofensiva. Sentí que había visto esa posición en la tele, cuando todavía vivía en el mundo humano.
Sin báculo y sin mover sus labios creó una enorme esfera de fuego que luego nos disparó. Se creó una gran explosión. El escudo de Tir seguía firme. Aunque Galathriel y Elentari ayudaron a mantenerlo, sentí un gran orgullo al saber que podía decirle padre. Cuando la explosión terminó, me asombré al ver que el templo no había sufrido daños. Era como si nada hubiese pasado.
Galathriel conjuró otra pequeña esfera de luz y se la envió a Sinna. Esta no se defendió y le golpeó en su estomago. La miré confundida.
-No la lastimé, simplemente hice que lo que tenía a Sinna poseída se fuera.- explicó.
El lugar comenzó a temblar. Unos destellos de color blanco, azul y rojo brillaron intensamente en centro del templo. Segundos más tarde tres humanos cruzados de brazos. Los reconocí por sus figuras, eran los hermanos dioses, Zeus, Hades y Poseidón. Zeus, ubicado en el centro, habló.
-¿Che cosa è venuto mortali?-
Todos nos miramos sin comprender nada. Zeus repitió su frase, ya molesto. Entonces una voz familiar contestó.
-Entrano nella pace, Zeus.- dijo el mago de mi transformación mientras poco a poco se volvía visible. Flotaba en el aire y Galathriel lo miraba sorprendida. Pame y Tir se reverenciaron.
-¿Vieni con loro?- dijo Hades.
-Papá, ¿que dicen?- preguntó Galathriel, intentando aclarar su mente.- ¿Cómo llegaste? No entiendo nada.- y no era la única, pensé.
-Son los dioses que vieron en la entrada, cuidan a Sinna, le tienen afecto quien sabe porque.- explicó con voz pausada y tranquila.- No hablan en elfo, hablan italiano ya que creen que Nico entiende el idioma porque era el que él tanto anhelaba aprender. Ellos suponen que lo controlas y hablas perfectamente.-
-No… no sé hablar italiano.- susurré avergonzado.
Luego el mago miró a los dioses.
-Voglio solo parlare con Sinna, essi non danno.- dijo señalando el cuerpo acostado en el suelo.
-L'elfo sparato una palla di luce e bussò.- dijo Poseidón con tono enojado.
-È stata legittima difesa, sapeva che si controlla Sinna.- respondió tranquilo.
-Traducción, por favor.- dijo Galathriel, un tanto molesta.
-Claro, les decía a los dioses que ustedes solo querían hablar con Sinna. Poseidón te acusaba de noquearla y le respondí que fue en tu defensa…- luego miró a los dioses.- Penso che sia scortese parlare in un'altra lingua davanti a loro. Mi assumo la responsabilità per le loro azioni, se attaccano Sinna, che soffrono le conseguenze, e ho anche prenderlo.-
-Okay, assumersi le proprie responsabilità.- dijo Zeus.
Luego los dioses desaparecieron. El mago se volteó y descendió al suelo.
-Es una larga historia…- confesó.
-Tenemos tiempo.- dijo segura Elentari.
El mago asintió con la cabeza.
Continuara.